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Intenté escapar de las palabras. Quería crecer. Tal vez lo haga con ellas. O tal vez agarre la mano de Peter para siempre.
No aguanté. No sé si ellas me pertenecen o yo les pertenezco a ellas. Me tienen calada.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Siete cabritillos. Y Serrat

Nada de lo que escribo es mentira. Nada. No sé escribir cosas que no siento. No sé inventar. Me temo que sólo adorno, tergiverso o digievoluciono.
Tengo reflejos ya innatos. Manías idiotas. Si me dices "a tope" siempre diré "con la COPE" aunque no tengo ni zorra idea de que hablo.
Siempre antes de irme de casa reviso que todo este apagado. Nada que pueda hacer chispa. Gas apagado. Ventanas cerradas. Ningún cable a la vista que pudiera ser causa de asfixia. Ningún objeto punzante de por medio. Y sobre todo ningún cuchillo fuera del cajón.
Nunca olvido echar la llave pero siempre me obsesiona la idea por unos instantes.
Antes de cerrar la puerta susurro hasta luego, os quiero.Ya sabes que jamás adiós. Lo digo cada día antes de salir. Luego no tengo cojones de decirserlo a nadie a la cara. Bueno, sí, la de siempre, Michelle.
Soy incapaz de abrir el frigorífico descalza.
Me pongo dos despertadores y aun así me quedo dormida.
Aunque vaya con tiempo el 89% de las veces llego tarde.
Con esto vengo a decir que a veces aprendo. Y a veces no.Pero como mínimo intento no tropezar de nuevo. Lo que no quita que a veces haya piedras demasiado pesadas como para moverlas sola.
Joder, no paro de repetir lo mismo.
Que vivas, joder. Eso es lo que quiero decir. 

El puzzle se me va.
En días como hoy acudo a ti. El sol acariciándome lento. Mi piel salada. El viento entrecortándome la risa y el cuerpo. El olor a sardinas.
O echarme sobre su regazo los dos embatados. Sus sustos para quitarme el hipo. La barba que me hace adorar  a las demás. Cómo posaba la seguridad sobre mis hombros. La risa que se repite a pesar de los pesares.
O ella. Mejor dicho, Ella.Perderme en sus brazos que parecían el relleno de Platero. Abandonar mi existencia y mis oídos ante aquellos cuentos. Lo guapa que era ante sus ojos. Disfrutar enseñándole, retratándola, regalándole. Su olor.
A veces creo que aún te espero. Y llevo tanto haciéndolo que me da miedo olvidar tu cara.

En días como hoy me tiré al vacío. Y no había nada. Quizás estoy pidiendo demasiado.
Créeme que lo sé. No merezco.

Vete. Jamás te preocupes. Que, como ves, yo nunca me olvido de los que se marchan.

  
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Cuerdas rotas. Y mis ojos en tu bandeja

Que venga el frío. ¡Qué venga! Ese que me entumece cuándo y cómo quiere. Ese que se encapricha de mis dedos y la punta de mi nariz. Que venga. Que me congele la sonrisa. Que me la haga eterna. Siempre receloso de ti. Y que le hago si rompes la escarcha de mi figura. Pintas mis labios de leña y metamorfeas la coca-cola en chocolate humeante.
Me elevas. Y me dejas caer en picado. Me tiendes desnuda con pinzas de la ropa. Me quemas. Arráncame las yemas de los dedos. Déjame sin identidad. Inérvame a tu sombra. Hazme vigilar tu descanso a los pies de tu cama. Sácame de paseo a rastras. Rápame. Arrebátame el orgullo. Reviéntame los oídos con canciones que no hablen de ti. Asalta mi ático sin permiso.Oblígame a tragarme mis principios inmutables.Imprégname de petróleo. Diviértete despojándome de mi piel. Déjame descalza en un suelo lleno de años de mala suerte. Abandóname en un descampado en el centro de la tierra. Lánzame en un cohete a 8914 años luz de tu mirada. Sírveme de tentempié a los tiburones. Arrójame por las escaleras mecánicas de tu columna vertebral. Viola los años que me quedan. Hazme luchar con putas en tu circo romano. Apuesta todo al contrario si es lo que quieres.

Eh, mírame.
Levanta esa puñetera cabeza y mírame.Sonrio.
Estás aqui. Conmigo. Sigo sonriendo


Y hacer equilibrios a 4026 metros de altura entre los hilos de tu sonrisa.


miércoles, 17 de noviembre de 2010

Removiendo los cajones. Y encontrando cadáveres

-¿Pero qué..? ¿Qué carajo haces tú aquí? Esto es mi ático, ¿entiendes? ¡MI ÁTICO!
- No vas a decir nada, ¿verdad? Para que cambiar..
- Quita esa sonrisa estúpida. Aquí nunca se sonríe. Esto no es un sitio bonito, ¿sabes? Aquí está toda mi mierda. Toda. Y más de la que crees existente. Estas son mis ciénagas. Tal vez por eso estés aquí.
-O la quitas o te juro que te la dibujaré eternamente. No. No es nada romántico. Siempre he querido saber qué se siente al resquebrajar la piel.
- No mires nada. Aquí todo es demasiado gris.Aquí todo es demasiado tormentoso. Demasiado. Jamás ha entrado la luz.
-¿Cómo coño lo has hecho? Querrás salir y no volver. Ni aquí. Ni a mí. Si abres cualquiera de esas cajas me quedaré vacía.
-Sí. Sola. Sin ti.
- Lo siento tanto. Tanto. Sabes que me duele más a mi que a ti. No tengo otra opción. Lo que entra en el ático jamás vuelve a salir.
-Bueno, sí. A veces soy capaz de abrir algo las puertas. Barro hacia fuera. Y aparece un atisbo de luz. Eso sólo son días especiales. Y mira a tu alrededor. Esto está tan lleno que la puerta ya no puede moverse.  Hay tanto polvo que apenas podemos respirar.
- No me mires así. Tiene que haber alguna razón. Y tiene que ser esa. Si estás aquí es porque no debo dejarte salir.
- Te encerraré con mi mierda. Juega con las cajas. Reordénalas. Siéntete engañado por descubrir quien soy. Por ver quién se esconde tras el flequillo. Siente miedo por haber compartido conmigo. Sí. Te darás cuenta de porqué escondo todo esto. Nadie querría estar a mi lado. Bueno. Eso ya es así.
- Te irás quedando sin oxígeno y morirás arropado por cada uno de mis interrogantes. Es mejor así.
- No te preocupes. Jamás contaré esto. Será el nuestro. Otro más que encerraré. No volveré por aquí hasta estar segura de que has desaparecido. No volveré a pronunciar tu nombre. Porque en las palabras reside la diferencia entre la posibilidad y el hecho.
-¿Sabes qué es lo peor de todo? Jamás había habido tanta luz como en este momento.
- Muérete. Por favor.

Por favor.
Por favor.
Por favor.
Por favor..

Cada ciclo respiratorio que gastes será como deshacerme de un poco más del peso de mis hombros.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Por mí. Y por todos mis compañeros

Las palabras me detienen y me acompasan. Resbalan entre mis dedos. Dan forma a mis ojos. A lo que no aprendieron a decir. Y vuelves tú. Aquí. Ahora. Entre órganos y silencio. Aquí. Ahora. Entre el tiempo que perdí y el que alquilé. No es sano hacerse esto. Dejarse embaucar por el carbón. No estoy aquí para esto.
Tengo una debilidad no se puede ocultar lo llevo en la mirada. Que sí. Que es inevitable. Que no creo poder pararlo. Ni sé si quiero. Que a veces se te cierran las puertas. Como el autobús a las 7:43 de la mañana. Como cuando no quedan de tu número. Como cuando se cuelga el cartel de aforo completo. Que la vida no es tuya. Ni tuya. Ni mía. Nadie sabe si mañana tendré una pistola encañonándome la nuca. Debo decirlo. Por eso debo decirlo. Y-O-U A-R-E G-R-E-A-T. Sí. Más que great. Más. Destiñes las nubes grises. Haces que rompa el tiempo con la risa que me obligas a descorchar. Y creo que eso que llaman cielo debería parecerse a tus abrazos.
Tengo una sirena que me canta en las noches largas. Las malas costumbres siempre vuelven según ella. Estoy tan malcriada.
Zorra salvaje, nunca deshace el equipaje. Así debería de ser. Debería. 
Y aquí sigo. Esto no es lo que te mereces. Yo quiero más. Más. Empaparte los iris de melodías. Mecerte en los brazos de gigantes.Abrirte las puertas del ático.Ser tuya. Ser vuestra. 

Quizás sea arriesgar demasiado. Podría perder todas las gallinas por contemplar el trigo. Esperándote.Extrañándote.Ser una zorra desnutrida. Asténica. Fácil presa de los cazadores. 
¿Y perderme el momento de verte aparecer por el horizonte?


Que sí. Que si vuelvo; que si he vuelto, es por ti. Sin quererlo. Por tí.



miércoles, 20 de octubre de 2010

Un placer. Y mil besos

La despedida es tan dulce pena que diré buenas noches hasta que amanezca
Necesito resetearme. Y bueno. Creo que será una buena idea. Me siento extrañamente libre.
No diré adiós porque nunca lo hago. Hasta pronto.
Ni siquiera una despedida en condiciones. Lo siento.
Creo que hablo sola.

lunes, 4 de octubre de 2010

Velocidad. Y ¡A PINO!

Improvisación señores. Que planificar es de palurdos. Como lo oyes.
Déjate llevar.
Prepararte en 4 minutos 35 segundos. Bajar hecha una zarrapastrosa. Ni que los escalones quemasen.
Abrir. Buscar. Y allí los ves. Bueno, lo ves. Y la.
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? Que va quillo. Es el ESCODASO.
Que sí. Que seguramente será otra pieza del puzzle.
Para el tiempo. Contemplales.
Un mongolo con sonrisa de nobel.Un paletas. Un topo. Nervioso. Ilusionado. Poderoso tal vez.
Una rubia de mi vida. Una topota. Una novia postiza. ¡Mira que sonrisa! Es nuestra sonrisa.
Un osito de peluche. Un burgués que no lo quiere ser. Un suso. Se siente bien. Volvemos a estar todos. Parece un maestro dando instrucciones.Un auténtico maestro.
Un mochi.Un Loker.Y tito. ¡Y DOBLE! Todavía no me he abrochado el cinturón. Es tiempo suficiente para que provoque mis carcajadas. ¿Será un don?
Y es que es así. Nosotros nos respiramos aire. Respiramos risa.
¿Dónde está mi mierda?
Ha desaparecido.
Que si no queremos morir. Que si mi primer semáforo en rojo. Eterna búsqueda, convertida en eterna espera. Que si Ángel no me quites el cinturón. Que si el coche huele a establo.¿Pero qué coño? La Nikonaso que te mato. ¡HOT!.Pícate con ese. Mira lo que te ha dicho.Uuuuui que se te cala. No te pegues tanto a la izquierda. Mi primer parking.
¿Pero te has quedao con el número del parking? Mira a esos bailando el waka-waka. Media hora para que cierren. Y Conductor. ¿Dónde está el ticket? ¿Qué ticket? ¡ÁNGEL! Carjadas. Tengo un record en la serpiente. Já, que no se ha guardao. Vaya fotazas que vamos a hacer. Já, que yo las hago mejores. Enséñame el pintauñas. No vea si comeis rápido. ¿Nos vamos? Hombre, si os esperais a que yo termine.
Volver. Para irnos.
Una de nos creemos que esto es una peli de carreras tuning. Y sentir. SENTIR. La velocidad. El aire que soporta tu mano tras la ventanilla. Que saquemos la cabeza.Vivir. VIVIR.Y que cuando no puedo controlar mi pelo, mi respiración ni mis pestañas me siento libre. Sólo los kilómetros de más me deshacerme de mis límites.De mis bordes.Ver la sonrisa de la rubia mientras el aire nos ahoga. Pero nos da más de lo que nos quita. Y que la risa se me quede dentro. Aún puedo escucharla. Una carrera más. Y otra. Y si hombre, eso es tranfulleria. Y el pequeño topo que frena. Que no se atreve. Y otra.
Ahora no podéis dejarnos así. La adrenalina me sale por los agujeros de la nariz. Por el agujero de la coronilla por donde deberían salir feromonas.
Y yo. Y yo que no debería estar ahí.
Bah. Ninguna asignatura me da lo que tú. Ni lo que tú. Ni lo que tú. Y por supuesto que lo que tú tampoco.
Que sí. Que han pasado meses. ¿Y qué? Que yo por suerte puedo darle al play en el reproductor de mi mente. Me gusta darle cuando os echo de menos.

 
Aproximadamente siempre.





sábado, 4 de septiembre de 2010

Un hueso. Y una veleta

Que subas a mi ventana escalando sobre mi pelo. Que me descosas la cara. Dibujas cuanto quieres. Tener miedo de sostenerte la mirada. Diez segundos más en tus ojos de Peter Pan me harán ver Nunca Jamás. Pegarte a mis costillas con superglu. Y bordar en tu lengua mi nombre. Echarte sal en los ojos. Que me recuerdes sólo a mí. Rompe todos mis relojes. Fúmate todas mis estrellas. Dibujar un plano a escala de tu cuerpo. Con todas las paradas de metro. Y los monumentos de visita obligatoria. Recortarte. Acostarte junto a mi. Ronronearte por las noches. Mullirte por las mañanas. Arañarte los días de fiesta. Y lamer todas tus heridas. Que encuentres mi señal de la varicela. Y quieras hielo para mis ojos. Bebértelos de un trago. Con todas las burbujas. Estudiar contigo anatomía. Abrirte en canal. Lanzarte mil besos dentro. Ya no podrás escapar.
Esconderte bajo mis sábanas cuando tengas pesadillas. Sobarte hasta desgastarte el color de la piel. Colgarte de mis perchas y vestirme de ti cada día. Cansarte de tanto abrazos. De tantas palabras. De tantos escupitajos de dependencia. Arrojarte por mi ventana.
Que me extrañes tanto que te quedes sin pestañas. Y dibujes mi pelo sobre el suelo. Y que imagines subir por él.
Saltar de la ventana sobre ti. Que te hagas dueño de mis articulaciones.
Rendirme. Más de diez minutos en tus ojos. 
Querer ser tu Wendy.
Y que no te olvides de regalarme un dedal. De los de verdad.
Que le den a Campanilla.
Que para volar te sobra conmigo.

domingo, 22 de agosto de 2010

Viola mis ojos. Y escupe mis dientes

La vida siempre es Coca-Cola. Y un cuerno.
Vas a andando por la calle.Y no. Ahora no huele a las patatas del Mc'Donald que tienes a 20 metros. Ni a colonia de vieja exagerada que asfixia.Siempre me dan puto dolor de cabeza. Ni a tubo de escape de coche. Ni a alcantarillas que se remueven.
Respira. Respira hondo antes de que se vaya.
Y nunca pareces coger aire suficiente.
En tu mente aparece una imagen de tus pulmones mientras se llenan de una sustancia violácea que parece centellear. Sí. Como los hechizos que aparecen en las películas. Como los demonios que salen del bote de Rasputin en Anastasia. Se cuelan por donde quieren. No sienten piedad por tus pulmones y se adhieren. Ya no puedes respirar otra cosa.
Y es como Lucy in the sky with diamonds. Una auténtica alegoría al LSD. Como los elefantes que bailan cuando Dumbo se emborracha. Como meterte dos Eddings en los agujeros de la nariz y respirar profundo. Como desayunar en un Coffee shop de Amsterdam. Como el pegamento en barra. Y la plastilina Play Doh.Como un orgasmo de letras. De tinta. Y de carne.Como lamer la boca de Sócrates después de la Cicuta.Como el despertar de Julieta. Como una tarta de almendras amargas. 100 gramos exactamente. Como inyectarte agua oxigenada. Como pasar la tarde chupándote el dedo pasando las hojas del libro de En el nombre de la rosa.
Como decía esa canción, Exta sí, exta no, exta me gusta me la tomo yo.
O mejor aún, jugarse la vida, probar tu veneno.

Así es tu olor.
Como absenta serpenteando mi organismo.


Comprarme un bote de ti. Derramarte en mi almohada.
Que me queden dos meses de vida. Morirme.
¡Y qué más da!
Contigo en mis pulmones.

viernes, 20 de agosto de 2010

Palabras releidas. Y tardes perdidas


Me haceis ansiosa.
Tengo hambre.
De palabras.
Tú no quieres que esté débil.
¿Verdad?
Házlo.
Aliméntame.


Ya no tengo peniques.


Un puñetero dólar por tus pensamientos.

jueves, 19 de agosto de 2010

Escribir. Y suspender.


Odio muchos olores. La gasolina. El paté. Toda clase de chacina. Me dan puto asco. Arcadas. Pero me pirra el olor a marsella. A mar. A tierra húmeda. A sábanas limpias. A canelones. A cebolla.A hombre elegante. A campo de pinos. A dulce.
Me gusta leer el último párrafo de los libros antes de comenzarlo. Y odio que me destripen las películas a no ser que yo lo pida. Me encanta meterle el dedo en la nariz a la gente. Y que me den abrazos de verdad. Odio los falsos y los flojos.
Lloro con el 90% de las películas Disney. Y con el 95% de las películas que amo.Aunque no sean tristes. Me gusta lo dramático. O eso dice mi hermana Irene. Canciones traumáticas. Películas traumáticas. Me encantan ver películas de miedo con tios que se cagan.Se convierten en películas de humor.
Me encantan los animales. No puedo verlos muertos. De ahí que no sea veterinaria.Prefiero ver a una persona (no conocida,claro). Si,lo sé ¿vale?.Estoy enferma. Deseo la muerte de todos los tiburones. Creo que se parecen a los humanos porque son los únicos que matan por placer. Aunque verlos muertos también me da pena. No creo que existan los perros ni los gatos feos. Odio las lijas. Su tacto y su sonido. Odio a Rosana. A muerte.

Me gusta ponerme linternas en los ojos para ver como se contraen mis pupilas. Y duermo en posiciones distintas en invierno y en verano. En invierno tapada hasta que no pueda moverme. Normalmente boca arriba. Verano de lado. Posición fetal abrazada a mi amada almohada. Odio que no me envuelvan los regalos. Si no están envueltos no los quiero. Puedo dormir en cualquier sitio. No soy de esas que no pueden dormir porque echan de menos su cama o no cagan porque si no es su wc nada. Eso sí, necesito una almohada aceptable para que el sueño sea placentero. No me va dormir por dormir.
Soy adicta a imaginar. Y controlo mis sueños. Puedo reanudarlos y normalmente los recuerdo. A veces no los distingo de la realidad y me dan miedo.Y otras me pregunto mientras sueño porque no estaré soñando algo mejor.Odio la muerte. Y estar sola.En mi casa. En la calle. En cualquier sitio.

Cambio mucho de opinión. Pero hay unos principios que respeto.O lo hacía. Me encanta el azul. En toda su gama. El cielo de día y de noche. Volar en avión y coger trenes. Pero odio los coches y los autobuses. Lo voy superando. Me gusta ser copilota y el asiento de en medio de atrás.No sé montar en bici. Ni patinar. Y nado a lo rana. No me gustan las bromas en el agua. Y me dan asco las algas. También tocar las setas, el queso, el jamón, la charcutería y la carne cruda. No me gusta el deporte. Y podría vivir alimentándome de chocolate y pan. Es mi alternativa a ser vegetariana aunque me pirre la carne. Odio los abrigos de pieles. Y me encanta mirar con cara de asesina a las viejas que los llevan. Odio la tauromaquia. Y a veces a España.

Me encanta el invierno. Las bebidas calientes que sientes por el esófago. Llevar 500 capas de ropa. Las sudaderas. Sentir la cara estirada por el viento frío. Amo y odio a Noviembre. Razones varias.Ponerme negra en verano. Y cumplir años el mismo día que mi madre. Adoro el día de los reyes. Y comerme la cabeza buscando algo único y especial para cada uno. Me vuelvo un moco relleno de ilusión al ver los regalos.

Me gusta que a algunos les encante mi cuarto y otros piensen que soy una niña por él. La gente suele tener una pequeña caja con recuerdos. Para mí esa caja es mi cuarto.Lo adoro.
Me gusta leer el horóscopo. Y que a veces acierte. Me gusta saber los signos del zodiaco de los demás. No creo que sea una chorrada. Me encanta gritar en los conciertos. Y que la gente me mire mal por ser tan agudos. Odio no estar cerca del escenario. Me parece que todo es mentira cuando no los veo a tamaño real.
Cuando bebo meto la lengua en el recipiente. Me encanta poder escribir sin mirar el teclado.
Adoro las cajas de música. Y el ronroneo de mi gata es la mejor melodía. Me encanta besarle la cabeza sintiendo como se mullen sus pelos bajo mi boca. Y dejar mi cabeza enterrada en su barriga.
Como muy rápido. Y odio el picante. Me encanta estrenar las cosas nada más comprarmelas. Salgo a mi madre en lo de novelera.
Cuando me pongo nerviosa me rasco. Y me rasco. Y me convierto en un monstruo. Lo odio. Pero no soy capaz de frenarlo.
En todas las épocas del año me gusta beberme los vasos de un tirón. Sentir esa constante de líquido que me quema o me congela. Puro placer. Aunque tuviera loca a las de la guardería porque creían que me ahogaba.
Aunque nací mediocre no sé por qué me castigaron con espíritu de ambiciosa. Aspiro a lo alto y no llego ni al pie de la montaña. Deseo un diamante. La única razón por la que aceptaría casarme. Me gusta reciclar. Y odio tener que decidir que ponerme cada mañana. Me hace perder tanto tiempo.
Me gusta hacer la tontería exacta para que alguien se ría.Me gustan las tardes tontas que salen mejor que las planeadas. Decir chorradas por teléfono. Y estar a punto de mearme. Tengo diferentes maneras de llorar. Y otras cuantas risas. Llanto seco. Con puchero. Con hiperventilación. Pero siempre con los ojos como tomates.Y si lo hago antes de dormir al día siguiente soy un sapo.Risa sin ruido. Risa de caballo. Risa malvada. Con la boca muy abierta y los ojos muy cerrados.Tumbada suena distinta también. Tengo el anular izquierdo amorfo de escribir. Y mi nariz es menos horrenda porque no está ese lunar. El cepillo de dientes es mi mejor micrófono. Y también la escoba.
Odio los espejos de los probadores de las tiendas. Y mis videoclips favoritos de imitar son los de Pereza. Odio que digan que tengo el pelo y los ojos negros. Mentira. Coca-cola chaval. Aunque para beber prefiero 7up.
Tengo una lista mental de las cosas que tengo que hacer antes de morirme. Y de los sueños de mi vida. Y de los hombres de mi vida. No sé por qué no tengo una de las mujeres de mi vida, la verdad.
No soporto las uñas largas. En mí,claro está. Soy incapaz de sostenerme sobre unos tacones dignos. Y amo los botines. No me gustan mis orejas. Ni los tobillos gordos.
Me gusta ver donde nadie ve. Y percibir cosas que nadie puede. Ver amor donde todos ven negro. Y ver el fin donde todos ven blanco. Me gustan las barbas. Y las manos bonitas. Ver las películas en silencio. Y dormir sobre hombros. Pasar las páginas de los libros. Y su olor cuando son nuevos. Y cuando tienen más años que yo. Los guiños de ojos. Y las caricias de barbilla. Hacer fotos cuando nadie lo espera. O cuando nadie me mira. Ponerme gafas de sol. Soy como los niños. Me creo otra persona. Tocar el pelo de los demás. Intentar tocarme la punta de la nariz con la lengua. La complicidad.Y descubir.
No me gusta cambiarme todos los días de pendientes, anillos y pulseras. Los que están, están. Me gusta quitarme la alianza y leerla. Pensar que hubiera pasado si.. Inventarme caras nuevas para las fotos. Y las notas altas en los exámenes.
Odio tener tan buen gusto para los amigos. Tendré que buscarme unos peores para poder relucir. Brillan tanto. Odio y adoro sus putos dones.
Odio saber que soy la peor de las cuatro. Y odio que me digan que es mentira. Si. Odio las mentiras. Sin embargo forman parte de mi día a día.
Odio ciertas palabras. Ojete. Mojón. Y algunas más cuyos nombres no quiero acordarme.
Me gusta ver que se acuerden de mí. Mensajes. Llamadas. Fotos. Adoro que me extrañen. Y extrañar. Me gusta que me llamen por palabras cariñosas. Pero odio chiqui y gordi. Odio que me digan adiós. Mándame un beso y un corazón.O dime hasta luego.Nunca adiós. Me encantan los peluches. Y que me vayan a echar de mi cuarto. Y las mallas fofas que llevo puestas. Mamá quiere tirarlas pero lucharé por ellas. Adoro despertarme,darme la vuelta mientras estudio y ver que está ahí. Durmiendo, lavándose o mirándome. La cuestión es que respire. Necesito que respire. Y sé que nadie lo comprende. Pero como siempre, me da igual.
Odio haber escrito tanto. Y que sin embargo falta más aún. Si que soy rara. Odio haberte hecho perder el tiempo. Y me gusta que coincidamos en algunas cosas. Y seamos lo contrario en otras.
Y te adoro a ti. Sí. Si estas leyendo todo esto seguro que te adoro.

Dicen que cuando como algo que me gusta saco los morros. Y que a través de mis córneas puedo decir lo que quiera.




Perdóname escorpión porque he pecado. De plagio.

Un diamante. Y un meteorito


A la gente le gustan las cosas pequeñas.
Los cachorritos.
Las cajas minúsculas de joyerías que esconden diamantes.
Los pequeños detalles.
Lo bueno si es breve, dos veces bueno.
Los perfumes más caros vienen en frascos pequeños.
Las narices enanas.
Las mujeres de baja estatura (más manejables según algunos y amadas por los más altos).
Los libros de bolsillo.


Sin embargo, yo, con el tamaño de un puto bote de colonia barata. Yo.
Yo quiero quererte.
En cantidades industriales.


miércoles, 4 de agosto de 2010

Incrustado en mis pulmones. Y ausente en mi lengua



Me gusta la posición de tus dedos al sujetar el cigarrillo. Que me ahoges con tu humo. Enganchas. Me gusta que tus ojos contradigan a tu piel.Que me inquieten tus manos. Tu cuerpo casi caquéxico. Tus bolsillos traseros vacíos. Tu voz azotada por los años. Y tu pelo de tormenta que cada vez es más nublado.
Nunca entendiste de proxémica. Sobrepasaste el personal desde el principio. Puto descarado. Me provocas. Y juegas con tu lengua y ese boli bic. Quieto. Aunque todos sean ciegos nos pueden oler.
Te miro. Y tú le hablas a alguien. Pero me miras. Eres incapaz. Debes mirar a ese a los ojos. Pero no puedes evitarlo. Tu globo ocular se vuelve loco. Estás pendiente de mí. Y tu comisura asciende. Y buscas como deshacerte de aquel. Para venir y rondar a la presa incazable. Me encanta dominarte. Que no puedas romper la cadena. Sí, lo soy para tí. Irresistible. ¿Crees que no lo noto? Te tengo fichado a un diámetro de 5 kilómetros. Reconocería tu olor entre estiercol. Me invento lo que sea para tenerte a solas. Y el sinvergüenza pierde el sin. Y me hace tierna con lo que quisiera decirme.
Me gusta que me tengas en el puto límite. Pisar la línea. Ponerte y que me pongas los dientes largos. Disfrutar de hasta donde podemos llegar. Me encanta este juego.
Me excitas. Me he imaginado en una encimera de cocina americana contigo entre mis piernas. Me haces dulce. Quiero tus abrazos. Nunca había probado otros iguales. Me enseñas. Me enfureces. Me entiendes. Y me inspiras. Me sacas de quicio. Y me curas.


Tener diez años más. O veinte. Te tendría.
Quizás no. Tú mirarías a las niñatas. Y yo asaltaría residencias.
No lo sé.
Jamás me cansaría de tí.
Ni tú de mí.
Nos pelearíamos queriendo. Para encenderte. Sonrisas perversas. Parece que te estoy viendo.
No podré comprobarlo.
Resérvame un lugar en tu cuello.
A cambio te prometo mi cuerpo de lienzo.


martes, 3 de agosto de 2010

Hormigueo en las manos. Y 41000 pies de altura



Vuelan palabras lentas, vuelan como un huracán, hacen manitas bajo la ciudad...

Asi quiero estar ahora. Volando lento. Saborear el aire. Aunque esté lleno de mugre. Me da igual. Disfrutaré. Tanto que saldré horrenda en las fotos por tanto sonreír. Demasiadas encías. Me la suda. Cuando vuelva todo irá fatal. Será precipitado. Hiperventilaré. Pero ahora es mi momento. Tengo que vivirlo. Y lo haré. Porque adoro deslizarme por calles que no son las mías. Olores. Lugares. Gente. Estar a punto de mearme de la risa en la habitación del hotel. Siempre nos pasa igual. A lo mejor es el cansancio. O a lo mejor es vivir. Los días intensos nos hacen reír. Recuerda esa frase.
Siempre estoy hablando de que no consigo lo que quiero. No alcanzo el sol. Odio a los quejicas. Me odio. Pero me daré una segunda oportunidad. Porque voy a volver a tachar un sueño de la kilométrica lista. Por fin lo haré. Este era uno de los gordos. Del gran ranking.
¿ Sabes quien anda siempre detrás de todos los tachones? Sí, ella. La palabra más bonita que existe.

Un día escribiré la lista. Luego se me escapan. No debo olvidar el de Robbie. Es un tres en uno. Ir a un concierto suyo. Que me suba al escenario. Y me bese y me sobe como a aquella tipa de youtube. Algún día seré ella. Oh, sí.

Gracias Mii. Dame tiempo que haré que taches todos los deseos de tu lista.
Adoro volar a tu lado.




viernes, 30 de julio de 2010

Un vaso vacío. Y el calor en mi cuerpo


No tengo nada. Nada que decir. ¿Me he quedado vacía? ¿Ya? Joder. Si que he durado poco. No paro de escribir mierda que no llega a ninguna parte.
En fin. Era de esperar. Las zorras no escriben. Cazan. Viven. Sonríen. Son asesinadas. Pero no escriben. No tengo manos.
Y bueno. No hago bien.
Nunca te fies de una zorra.
¿Pero qué dices?. No merezco ser una zorra. No merezco ser ningún animal .
No merezco.
No estoy.
No soy.

martes, 27 de julio de 2010

ADV. Y NMDLG



¡DIOS!
Mi cabeza rebentará y salpicará todo en tres,dos,uno..
Alivio.
Sólo imaginarlo es divertido.
Tengo una bala. La encontré en el que era el cajón de herramientas de mi padre.
Me gusta agitarla y escuchar la pólvora. Olerla. Simular la trayectoria al pasar por mi mano.
El peligro es la pistola. Nunca la bala.
¿Qué te importa a ti eso?
Hoy no. Hoy no quiero saber nada. Bajaré las persianas y me pondré tapones en los oídos. Si no es suficiente pondré a Mika a 180 decibelios. Si él no recoge la capa no sé quien lo hará. Ya no tengo a quien me curaba.
Hoy no quiero escuchar a nadie. Tengo algo pegado en la garganta que no sale.
¿Será que dormir encabronada sienta mal al organismo?
Me quito el cartel. Lo siento.Bueno, no, no lo siento. Volcaros las mierdas entre vosotros. Yo hoy me jubilo.
NoMeDaLaGana.
Podemos ir al psicólogo en sesiones de grupo. Estaría bien. Ninguno anda muy equilibrado.
Me voy a la ducha. No cabrá toda la mierda por el desagüe.
NoMeDaLaGana.
Sólo es un mal día,¿no?

domingo, 25 de julio de 2010

3:00 AM. Y se extingue el papel higiénico.


"¿Lo has dicho?, "te quiero", "no quiero vivir sin tí", "has cambiado mi vida"... ¿lo has dicho?. Haz un plan, márcate un objetivo, intenta lograrlo... pero de vez en cuando, mira a tu alrededor, vive a fondo, porque esta es tu vida y quizá mañana, se acabe."
"Es importante tomarte tiempo para decirle a quien quieres cuanto le quieres mientras pueda escucharte."

- ¿Sabes qué? Ahora leo todos los días esa frase y bueno, luego vi ese corto. ¿Es tan especial,verdad? Y sí. Creo por ello que es fundamental que te diga lo maravillosa que eres. Y si pudiera elegir lo haría. Te tendría toda la vida a mi lado. Elegiría tenerte a mi lado.
- No creo que lo primero sea fundamental. Pero lo segundo sí. Yo también lo escogería.
-Claro que es fundamental. A veces la vida cambia. Las cosas pueden cambiar. Y las personas. Y que se mueran. O desaparezcan de tu vida. O que cambien sin más. Y puede que se esfumen sin que sepan lo extraordinarios que son. Que vivan como personas corrientes y no debe ser así porque no lo son. Son maravillosos.Únicos. Únicos para nosotros y tal vez para el resto del mundo si contásemos como son. Si los conociesen. Claro que es fundamental. Deben saberlo.

Piénsalo. Somos pequeños y complejos efectos mariposas. No somos conscientes del peso de nuestros movimientos. De nuestro día. Una palabra tuya podría cambiarlo todo. Que le digas a alguien que es tan especial que ni puede ser consciente de ello tal vez la vuelva incandescente. O alegre su día haciendo que la vida tenga el mismo color que el cristal de sus gafas de sol. O que se enamore. O que se mire al espejo y sonría. O que cree una bola de nieve tan grande que logre hacer lo mismo con otros. Y que este kaos en el que vivimos parezca menos malo. Que logre una vacuna contra el SIDA. O se convierta en Robin Hood.
¿Y todo porqué? Por decirle quien es.
Lo sé. No es tal y como lo hablamos. Ya sabes, me dejo llevar. Gracias. Sí. Siempre sirve hablar contigo. Siempre.
Tú. Tú eres una de esas personas. De las que hacen que mi mierda sea menos mierda. Que mi mierda huela a marsella.
Tú eres una de las marsellas de mi vida.
Nada olería igual. Y las manos se van hacia arriba solas cuando intento explicar lo nuestro. Tenías razón.Gracias, con mayúsculas.Nos encantan las mayúsculas.
Lo nuestro va más allá.
Te lo gritaré al oído hasta que te rebiente. O mejor a 20 decibelios. Se que te encanta. O ya sabes, en un folio. Un corazón entre los apuntes. O así. Esto es para tí. Para todos. Pero sabes que es para tí. ¿Te lo puedo decir ya?


jueves, 22 de julio de 2010

V de Venecia. Y de Vendetta


La primera vez que le ví sentí miedo. Desconfianza. No comprendía aquella sonrisa irrompible. Vi sus ojos vacíos. Quizás por eso la grima.
Fue paseando por Venecia.
Me gusta. Me encanta Venecia. No es sofocante como Roma. Ni sibarita como Milán. Tampoco es deshidratada como Florencia.
Es distinta. Puedes perderte y encontrarte en una misma tarde. Puedes estar en tierra y agua a la vez sin ahogarte. Respirar pasta y sal marina. Sentarte y ver el reflejo del cielo. Encontrar tesoros en lugares recónditos. Soñar al pasar de las góndolas. Ver lo inalcanzable pasear a tu lado sin darte cuenta. Sentir tus pasos en las calles estrechas y no saber que te espera tras la esquina. Navegar gratuitamente. Descubrir el punto donde se unen el azul salado y el dulce.
Nos reíamos. Nos probábamos máscaras simulando estar en un baile. Con las más elegantes un ligero pestañeo. Y otras sólo se dedicaban a encandirlarnos. Su precio era mayor que el de mi vida.
Fue mi hermana quien me la señaló. Le encantaba. Y yo no pude mirarla más de dos segundos. Dios. ¿Por qué me sonríe así?. Me hace cobarde. Quítala de mi vista. Parece frío. Arrogante.
¿Ves? Siempre me confundó con las personas. Hasta con las máscaras.
No quería ni mirarle y ahora es todo lo contrario. Siento todo lo contrario.
Siempre me pasa lo mismo.

lunes, 19 de julio de 2010

Sonrisa de perro. Y pies curtidos

Lo que deseamos no tiene porque ser siempre la elección adecuada. Creemos que queremos algo. Tal vez es sólo porque no conocemos lo demás. O tal vez no. Pero ¿entiendes que quiero decirte?
No. Eso no quiere decir que haya renunciado a mis sueños. Quiere decir que tal vez lleguen más tarde. O tal vez se transformen. O me los encuentre en una esquina. En un bar a las 5 de la mañana. O en mi nuca. Aún tengo tiempo.
Creo que por fin lo he aprendido. Tropezar tenía que servir para algo. A veces las caídas esconden brazos que son capaces de soportar tu peso a pulso. Y bueno. Sólo para que me cogieran así otra vez lo haría. Volvería a caer.
Y darse cuenta que los huesos no son de cristal.

A veces los fallos se convierten en aciertos. El destino nos pone delante cosas mejores de las que hubieramos podido imaginar. Pude remendar mis heridas.
No me arrepiento. No me arrepiento de ninguno de mis pasos. Cada uno de ellos me ha hecho escoger sin vuelta atrás. Otra veces me obligó a seguir la ruta porque no había otro camino que elegir.
Como un peregrino. Haciendo un camino. No. No es la ruta que yo deseaba.
Pero ahora desde aqui arriba tengo unas vistas extraordinarias.


miércoles, 7 de julio de 2010

Humedad. Y lodo


-Defínete en una palabra
-Espérate joder, tengo naúseas
-Defínete en un palabra
-No me encuentro bien
- Defínete en una palabra
- ¿Tienes una bolsa por ahí?
- Defínete en una palabra
-¡UNA BOLSA!
-¡DEFÍNETE EN UNA PALABRA!
Vomitó. Y vomitó. Vomitó en su cara. Vomitó el desayuno. Y la cena del día anterior. Vomitó sangre. Y mierda. Vomitó ácido. Los intestinos. El estómago. Vomitó lágrimas. Y neuronas. Vomitó sus ojos. Y su tiempo. Vomitó su fuerza. Y sus ganas. Vomitó sus sueños. Vomitó secretos.
Y de tanto vomitar se vomitó a sí misma.

-Lo tengo. Tengo la palabra
- Estoy esperando
- Fracasada

martes, 6 de julio de 2010

Fría. Y salvaje.

Cállate. He decidido ser una zorra salvaje. No querré a nadie.Enseñaré mis dientes para que te alejes. Seré fría. Calculadora. Una dama de hierro. Seré como todos creen que soy.
Castigaré a mis músculos. No les dejaré contraerse. ¿De que me sirve sonreír?
Seré objetiva. Envolveré todo aquello llamado sentimiento con papel transparente. Los asfixiaré.
Olvidaré que es disfrutar. Me centraré en lo que debo. Nunca llegaré tarde. Ni cambiaré de opinión. Las carcajadas herirán mis oídos. Y jamás se me irán las situaciones de las manos.
No habrá canciones que erizen mi vello. Ni notas que me hagan llorar. Ni peliculas que encojan mis órganos. Ni libros que roben mi esencia.Limpiaré mis ojos hasta dejarlos secos. Expulsaré mi alma concupiscible.
Jamás vomitaré amor. No recordaré qué es abrazar. No moriré por nadie. Ni fumaré libertad.
Nunca me encontrarás borracha de verano. Porque no puedo. Porque no debo. Porque tengo obligaciones. Ya no soy una niña. Ni una adolescente. Ni una cabra. Ni una loca. Ni una bohemia.
Ya no creo en la libertad. Ni en la justicia. Ni en la verdad. Y por encima de todo ya no creo en el amor. Soy una zorra salvaje. No intentes acercarte. Te haré daño. Mucho daño. Porque quiero herirte. Cuanto más profunda sea la herida mejor me sentiré.
Te odio Peter. Te odio. Mírame. Te lo estoy diciendo a la cara. Suéltame la mano joder. No aprietes.
¿Y tú? Suéltame también puto Principito de los cojones. Deja ya que te pique la serpiente y muérete. Aléjate de mí. Vosotros teneis la culpa de todo.
Debo ser adulta.
¿Sabes que te pasará por soñar tanto? Que te morirás esperando a alguien que te quiera porque sí, porque no puede evitarlo. Pero tú no tienes nada. ¿Me estás escuchándo? NADA. No tienes nada que ofrecer. Nada que te haga diferente. Porque no eres diferente. Eres rara. Un raro que a nadie le gusta. No tienes nada bonito que enseñar. Ni por dentro ni por fuera. No tienes ningún puto don. Ninguna virtud. Y te quedarás amargada y sola. Con cientos de gatos. El amor de tu vida será el síndrome de Diógenes. Y le preguntarás a la muerte dónde está el amor. Y ella se reirá en tu cara.
Sé quien todos quieren que seas y evitarás la desgracia.
No sabes que dificil es ser salvaje. Y que dificil me lo pones. Es mejor que todas las rosas sean iguales. Arriesgaría demasiado. Perdería demasiado.

SOY UNA ZORRA SALVAJE.
SOY UNA ZORRA SALVAJE.
SOY UNA ZORRA SALVAJE.
SOY UNA ZORRA SALVAJE.
SOY UNA ZORRA SALVAJE.
SOY UNA ZORRA SALVAJE.
SOY UNA ZORRA SALVAJE.
SOY UNA ZORRA SALVAJE.

Ya me siento mejor.

viernes, 2 de julio de 2010

La química. Y a mí en el bolsillo.


¿Lo has sentido alguna vez? ¿Auténtica química? Ver como chocan las moléculas al cruzarse nuestras miradas en encuentros.Nunca necesitamos catalizadores.
Que neutralizes toda mi rabia con tu presencia. ¿Quieres ser mi base? Soy suficientemente ácida para tí.
Me arrancas electrones. Y claro. Es inevitable. Como si fueramos Fluor y Cesio.
Creemos un sistema aislado. No intercambiemos materia ni energía con el entorno. Aliméntate de mí.
Intenta huir. Lo siento. Lo nuestro es una reacción espontánea.
No aumentes mi temperatura que modificarás nuestra constante de equilibrio.
Se hacen los tontos pero todos lo ven. Y a mi me da igual.
Y de la química pasamos a la física. Y hay una fuerza motriz que me arrastra. Y vienes hacia mí a 9,8 metros por segundo. A veces creo que a más. Y te quedas al límite. Entre la provocación y el respeto.
Me gusta tenerte así. Alimentando mi imaginación.


martes, 22 de junio de 2010

Un adiós. Y un hasta pronto.


Nos acercabamos al final del sendero. Ralentizaba mis pasos para no llegar. Sabía lo que me esperaba. Nada es eterno. Y ya no podía estirar más los minutos. Era inevitable.
El sino nunca estuvo de mi lado.

- Eres malo.
- ¿ Por qué?
- Porque te vas.
- Pero tal vez nos volvamos a encontrar
- Yo no quiero posibilidades
- No he estado tanto tiempo andando contigo. Y la mayor parte guardé silencio
- Y lo sé, ¿sabes? LO SÉ.. No sé porque cojones me importas tanto.Debe ser que el tiempo no es proporcional a los sentimientos. Me basta con saber que estás ahí.No necesito más.Mierda..
-Mierda ¿qué?
- Lo he vuelto a hacer. Escupir lo que guardo.
-Escúpeme
- Ya sabes suficiente
- Nunca lo es
- Estoy harta. Odio sentirme así. Y mírate. ¿ No sientes nada?
-Nunca fui diestro con las palabras
- ¡JODER! Te estoy gritando, ¿sabes? te estoy diciendo que no sé porque mierda me duele tanto, porque me está temblando la puta voz y ¿tú sólo sabes decir eso? ¿POR QUÉ COÑO ME AMAESTRASTE? No me des algo que luego me vas a quitar. Yo creia que era mediocremente feliz, pero llegaste tú. No puedes hacer de mi camino algo extraordinario y volverlo mierda de nuevo.
- ¿Amaestrarte?
-Sí, amaestrarme, sí. ¿ Es que nunca has leido el principito? ¿te la das de entendido de la vida y no has leido la más sagrada escritura? Amaestrarme, establecer ritos, convertir una rosa vulgar en una rosa única. Sé que en tu camino hay cientos de rosas y que yo para ti sólo soy una burda rosa más. Tú en mi camino te convertiste en una rosa única, diferente de todas.
- No puedo esperar más. Tengo que irme.
- Muérete gilipoyas.
Me atrapó entre sus brazos. Un abrazo suave que me recogió entera. Me respiró. Me besó el pelo. La frente. Los ojos. La mejilla. Besos suaves.Besos densos. Densos de sentimientos.Creí romperme.
Mi mirada se volvió turbia. Tenía que aguantar. Todo menos llorar.
Me di cuenta de lo estúpida que era. No había hecho más que escupir y a él no le hacia falta. Había dicho mucho más. Todo lo que necesitaba oír.
Acercó su boca a mi oído. Su barba me pinchaba.
Y con 20 decibelios me dijo adiós para siempre, o hasta pronto.
- Mi camino nunca volverá a ser igual porque tu estuviste en él. Claro que leí el principito. No podré recordarte con el trigo porque tu pelo no es como el sol. Pero creeré escuchar tu risa cuando el viento sople fuerte sobre mi cara. Te extrañaré. Porque soy igual de zorro que tú. Volveremos a vernos. Tú me cuidarás cuando mis huesos sean frágiles.
- Querré hacerlo. Prométemelo.
Me miró divertido y tierno. Con ese brillo. Volvió a hacerlo. Irremediablemente había sonreído. Me había hecho su gesto. Ese maldito guiño.
Cada uno comenzó su camino. Me gritó algo desde lo lejos.
-¡Espera!
-¡¿Qué?!
- ¡ Que no te lo creas tanto!
Mi sonrisa se expandió. Ese maldito hijo de perra. Como le adoraba.
Mi camino nunca volvería a ser mediocre. Ahora lo entendía.

miércoles, 16 de junio de 2010

Lavanda. Y chocolate.

No le quería. Pero me gustaba dormir con él. Bueno, si le quería. Claro que sí. Pero no de esa manera. Me sentía extrañamente bien intentando yacer apoyada en su espalda. Y su expresión se hacía tierna cuando posaba mi cabello todavía húmedo desprendiendo aroma a lavanda. Mi cabeza se encontraba en aquel hueco que parecía perfecto para sedimentarme. Justo antes del final de su espalda. Casi no cabíamos en el colchón inflable de la teletienda que habíamos instalado en el salón.
Eso de no tener aire en el dormitorio era como la muerte dulce.
No tenía nada que hacer. Agosto nos invadía con un sol que casi arañaba. La cuidad estaba sola. Y si sola estaba la cuidad imaginemos como estaba el barrio.
Desde hacía varios días nos dedicabamos a eso. En cuanto comía me daba una ducha rápida y me escapaba a su casa apresurada para que me diera tiempo de llegar antes de secarme del todo.
Él ya estaba preparado. Había puesto el colchón y su postura parecía siempre la misma. Un lagarto tomando el sol. Y yo repetía el mismo ritual cada día. Me ponía transversal a él y hacía de lagarta sobre su cuerpo. Y así podían pasar horas. Nunca conseguí dormir. Morfeo no me quería visitar. Como mucho conseguía soñar. Pero a mi no me hace falta cerrar los ojos para eso. Él si que dormía, y yo disfrutaba sintiendo como me mecía su abdomen al respirar.
A veces me agarraba la mano para dedicarse a acariciar mis dedos. Decía que eran de pianista. Nunca se me dieron bien los instrumentos. Me gustaba que viera en mí algo que no era.

Sólo era consciente del paso del tiempo cuando las tripas me rugían. Entonces le zarandeaba hasta convencerle de que me sacase el helado de chocolate del congelador. Y lo peor es que hasta me hacía caso. Me sentaba sobre el colchón descalza y con las piernas cruzadas. En mi cara se dibujaba una sonrisa maliciosa cuando tenía la cuchara en una mano y el helado en la otra. Disfrutaba con el cholocate. Dios, si que lo hacía. Pero nunca lo habría hecho tanto si no hubiera sido en su compañia. Mirándole, todavía aletargado de la siesta. Recostado en el colchón con la cabeza apoyada en el sofá. Me sentía bien. Daba demasiado miedo decir feliz.
Me faltaba música. Fui a su cuarto a buscar el ordenador mientras me perseguía con una mirada inquieta.
Mmmm..Algo feliz, algo feliz..
Dancing in the moonlight. Si señor. El volumen al máximo. Las primeras notas ya me hacían cerrar los ojos y sonreír. Me deslizaba por el pasillo bailando. Sintiendo. Dejaba que mis músculos se hicieran mis dueños y respondieran a los impulsos de la música.
Aparecí en el salón moviendome como si estuviera en una ceremonia budú. No hay nada mejor que dejarse llevar.
Y él sonreía. Sabía que intentaría sacarle a bailar. Pero como siempre se negaba. Hacía fuerzas y acababa tirándome al colchón. Él se lo perdía. La canción seguía sonando.
Me levanté y comenzé a dar vueltas con los brazos extendidos. Más y más vueltas. La sensación de mareo me hacía libre. Y de tantas vueltas acabé tirada en plancha en el colchón mientras toda la habitación giraba a mi alrededor. Estaba exhausta. Rendida. Seguía sonriendo.
Y su cuerpo se acercó. Se recostó de lado y se dedicó a contemplarme. Giré la cabeza para encontrarme con su mirada. Nunca sabías que podía haber detrás de sus ojos.

Así eran nuestras tardes. Tardes de tiempo vivido. De tiempo sentido. Con todos los sentidos. Tardes dulces con lunas que hacían bailar. Tardes de ensoñaciones sumergidas en lavanda. Tardes nuestras. Sólo nuestras.

martes, 15 de junio de 2010

Tonterías. Y un gigante.


- ¿ Cuánto tiempo caminarás conmigo?
- Hasta que me canse.
- ¿De andar?
- No. De ti.
-¿Será pronto?
- No lo sabremos hasta que sea mañana.
-No quiero caminar sola.
- Lo hacías. Cuando te conocí creí que eras fuerte.
- Pero llegaste tú.
- Te dije que no te acostumbraras a mi.
- No puedo evitarlo. Los pasos se hacen ligeros cuando te tengo. Aunque a veces me das miedo.
- ¿Yo?
- Si. Tus pupilas son enormes. Me siento débil con ellas.
- ¿ Y qué me diagnostícas?
- Sólo conozco dos razones. La primera que todos tenga razón al juzgarte y seas un puto yonki. La segunda es sólo una teoría. Dicen que cuando miras algo que te gusta realmente las pupilas se te dilatan.
- ... [no dijo palabras, ni siquiera sonrió. Me quemaba]
- ¿Me invitarás a algo?
- ¿Por qué?
-Por darte el placer de contemplarme.
- ¿Acaso tú no sientes lo mismo al mirarme?
- Puede. Pero mis pupilas no me delatan.