Las palabras me detienen y me acompasan. Resbalan entre mis dedos. Dan forma a mis ojos. A lo que no aprendieron a decir. Y vuelves tú. Aquí. Ahora. Entre órganos y silencio. Aquí. Ahora. Entre el tiempo que perdí y el que alquilé. No es sano hacerse esto. Dejarse embaucar por el carbón. No estoy aquí para esto.
Tengo una debilidad no se puede ocultar lo llevo en la mirada. Que sí. Que es inevitable. Que no creo poder pararlo. Ni sé si quiero. Que a veces se te cierran las puertas. Como el autobús a las 7:43 de la mañana. Como cuando no quedan de tu número. Como cuando se cuelga el cartel de aforo completo. Que la vida no es tuya. Ni tuya. Ni mía. Nadie sabe si mañana tendré una pistola encañonándome la nuca. Debo decirlo. Por eso debo decirlo. Y-O-U A-R-E G-R-E-A-T. Sí. Más que great. Más. Destiñes las nubes grises. Haces que rompa el tiempo con la risa que me obligas a descorchar. Y creo que eso que llaman cielo debería parecerse a tus abrazos.
Tengo una sirena que me canta en las noches largas. Las malas costumbres siempre vuelven según ella. Estoy tan malcriada.
Zorra salvaje, nunca deshace el equipaje. Así debería de ser. Debería.
Y aquí sigo. Esto no es lo que te mereces. Yo quiero más. Más. Empaparte los iris de melodías. Mecerte en los brazos de gigantes.Abrirte las puertas del ático.Ser tuya. Ser vuestra.
Quizás sea arriesgar demasiado. Podría perder todas las gallinas por contemplar el trigo. Esperándote.Extrañándote.Ser una zorra desnutrida. Asténica. Fácil presa de los cazadores.
¿Y perderme el momento de verte aparecer por el horizonte?
Que sí. Que si vuelvo; que si he vuelto, es por ti. Sin quererlo. Por tí.
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