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Intenté escapar de las palabras. Quería crecer. Tal vez lo haga con ellas. O tal vez agarre la mano de Peter para siempre.
No aguanté. No sé si ellas me pertenecen o yo les pertenezco a ellas. Me tienen calada.

lunes, 19 de julio de 2010

Sonrisa de perro. Y pies curtidos

Lo que deseamos no tiene porque ser siempre la elección adecuada. Creemos que queremos algo. Tal vez es sólo porque no conocemos lo demás. O tal vez no. Pero ¿entiendes que quiero decirte?
No. Eso no quiere decir que haya renunciado a mis sueños. Quiere decir que tal vez lleguen más tarde. O tal vez se transformen. O me los encuentre en una esquina. En un bar a las 5 de la mañana. O en mi nuca. Aún tengo tiempo.
Creo que por fin lo he aprendido. Tropezar tenía que servir para algo. A veces las caídas esconden brazos que son capaces de soportar tu peso a pulso. Y bueno. Sólo para que me cogieran así otra vez lo haría. Volvería a caer.
Y darse cuenta que los huesos no son de cristal.

A veces los fallos se convierten en aciertos. El destino nos pone delante cosas mejores de las que hubieramos podido imaginar. Pude remendar mis heridas.
No me arrepiento. No me arrepiento de ninguno de mis pasos. Cada uno de ellos me ha hecho escoger sin vuelta atrás. Otra veces me obligó a seguir la ruta porque no había otro camino que elegir.
Como un peregrino. Haciendo un camino. No. No es la ruta que yo deseaba.
Pero ahora desde aqui arriba tengo unas vistas extraordinarias.


4 comentarios:

  1. Orgasmos de letra!
    Los caminos siempre se abren a los caminantes. Sigue andando, y sigue tropezando para encontrar más brazos. Y es que desde el suelo, es desde donde mejor se pueden contemplar el cielo y el firmamento.
    Vistas extraordinarias.

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  2. Me enamoran tus malditos encabezados. No sé cómo lo haces...

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  3. Uf..no dudo q las vistas serán extraordinarias si se ven con tus ojos...
    Me alegro enormemente de que hayas descubierto esos brazos, de que hayas olvidado el cristal para calcificar tus huesos, no sabes cuanto me alegro de verdad..
    A veces las conversaciones sirven para algo, a mí las tuyas me hacen ver el mundo de un tono así como el de la cocacola..

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  4. Solo puedo decirte, que cuando el destino nos obliga a elegir otras direcciones muy diferentes de las que habiamos pensado es simplemente porque hay un motivo y tu lo terminaras por descubrir creeme... todavia quedan muchos años...
    Y siendo un poco egoista me alegro de que ese mismo destino te obligara a elegir esto (L)

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