La vida siempre es Coca-Cola. Y un cuerno.
Vas a andando por la calle.Y no. Ahora no huele a las patatas del Mc'Donald que tienes a 20 metros. Ni a colonia de vieja exagerada que asfixia.Siempre me dan puto dolor de cabeza. Ni a tubo de escape de coche. Ni a alcantarillas que se remueven.
Respira. Respira hondo antes de que se vaya.
Y nunca pareces coger aire suficiente.
En tu mente aparece una imagen de tus pulmones mientras se llenan de una sustancia violácea que parece centellear. Sí. Como los hechizos que aparecen en las películas. Como los demonios que salen del bote de Rasputin en Anastasia. Se cuelan por donde quieren. No sienten piedad por tus pulmones y se adhieren. Ya no puedes respirar otra cosa.
Y es como Lucy in the sky with diamonds. Una auténtica alegoría al LSD. Como los elefantes que bailan cuando Dumbo se emborracha. Como meterte dos Eddings en los agujeros de la nariz y respirar profundo. Como desayunar en un Coffee shop de Amsterdam. Como el pegamento en barra. Y la plastilina Play Doh.Como un orgasmo de letras. De tinta. Y de carne.Como lamer la boca de Sócrates después de la Cicuta.Como el despertar de Julieta. Como una tarta de almendras amargas. 100 gramos exactamente. Como inyectarte agua oxigenada. Como pasar la tarde chupándote el dedo pasando las hojas del libro de En el nombre de la rosa.
Como decía esa canción, Exta sí, exta no, exta me gusta me la tomo yo.
O mejor aún, jugarse la vida, probar tu veneno.
Así es tu olor.
Como absenta serpenteando mi organismo.
Comprarme un bote de ti. Derramarte en mi almohada.
Que me queden dos meses de vida. Morirme.
¡Y qué más da!
Contigo en mis pulmones.
(La 2º vez que intento publicar xD)
ResponderEliminarIncandescente...
Indudablemente algunas veces es mejor morir habiendo probado ese olor, ese sabor que aunque duela te satisface que morir teniendo ese deseo. Prueba las cosas a tiempo, no dejes pasar mas olores... el tuyo quizas este muy cerca...