Footer
Intenté escapar de las palabras. Quería crecer. Tal vez lo haga con ellas. O tal vez agarre la mano de Peter para siempre.
No aguanté. No sé si ellas me pertenecen o yo les pertenezco a ellas. Me tienen calada.
viernes, 30 de julio de 2010
Un vaso vacío. Y el calor en mi cuerpo
No tengo nada. Nada que decir. ¿Me he quedado vacía? ¿Ya? Joder. Si que he durado poco. No paro de escribir mierda que no llega a ninguna parte.
En fin. Era de esperar. Las zorras no escriben. Cazan. Viven. Sonríen. Son asesinadas. Pero no escriben. No tengo manos.
Y bueno. No hago bien.
Nunca te fies de una zorra.
¿Pero qué dices?. No merezco ser una zorra. No merezco ser ningún animal .
No merezco.
No estoy.
No soy.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarAquí parece que nadie puede fiarse de nadie, pero todos mentimos. Como tú, como ahora.
ResponderEliminarVolverá a llenarse tu vaso y espero que rescates lo que tienes. Esta zorra no es una cualquiera y por eso eres nuestra. Sí, aunque quieras ser salvaje. Eres, como poco, MI ZORRA (L)