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Intenté escapar de las palabras. Quería crecer. Tal vez lo haga con ellas. O tal vez agarre la mano de Peter para siempre.
No aguanté. No sé si ellas me pertenecen o yo les pertenezco a ellas. Me tienen calada.

sábado, 12 de enero de 2013

8 de Enero. Y.

Me lo repito para no esperarte. Para no pensar que sonará el teléfono y serás tú. A través de otro. O con tu pequeño hilo. Tus frases cortas. Tu esperanza marchitándose.
Sueño contigo. Sueño contigo resucitado. Y a todos nos parece tan normal. Y me lo creo. Y muero yo contigo al despertarme.
Sé que nos estabas esperando. Igual que mi princesa hizo con Irene. Que sabías que venía a por ti. Te di la mano. Y te acariciaba con el pulgar como hago siempre. Me dijiste que si estaba cansada podía soltarte. Y yo te dije que no. Sólo hacía mucha calor en la habitación. Luego tu brazo. Y te dejé fóvea. No por mi fuerza. Por tu cuerpo.
Yo no la esperaba tan cerca, ¿sabes? Me despedí hasta pronto. No hasta nunca. Aunque ahora sé que es hasta siempre. Te siento. Y ojalá estés leyendo esto mientras lo escribo. Me estaba preparando para despedirte. Cuando sientiera que era la última lo diría. Diría que te quiero. Que ojalá nunca hubieses dudado de cuánto lo hago. Perdóname papá. Perdóname. Todavía no he aprendido a decirlo. Y ya no tengo más oportunidades. Ojalá que sea verdad que las palabras no hacen falta para todo. Ojalá recordases cuando dijiste una vez "la chica es la que más me quiere de todas". Ojalá te dieras cuenta de que todo lo que no decía era por no volverme una cría delante tuya y pedirte que no te fueras. Igual que tus lágrimas no eran fisiológicas.
Me enfadé mucho cuando no quisiste mudarte aquí. Después lo entendí. Pero me habría gustado tanto cuidarte como he aprendido. Cuidaré de todos como hubiera querido hacerlo contigo papá.

Pienso en tu risa. Cuando te dió un ataque de la tuya contagiosa y acabamos todos los que nos juntábamos en el campo en el suelo llorando a carcajadas. Pero luego pienso en cómo llabamas a tu yerno campeón. Y a mi chiquitina. Que no podré presentarte a ningún chico como querías. Ni habrá enanos que puedan llamarte abuelo. Y se me desgarra el ancla hasta colgarme del apex.

Voy a pensar mucho en ti papá. Voy a pensar siempre en ti. Cómo no hacerlo si te tengo tan cerca. Voy a escribirte cartas. Voy a guardarlo todo. No quiero que te me escapes.
Dile a todos que les quiero. También a los que no conocí. Cuida a la reina, por favor. Y no te preocupes por nosotros. Es que el peso de esos cabrones se nos salen por los ojos. El desgraciado del cáncer. Y la muerte puta.

Ya no les tengo miedo papá. Diles que se dejen de atacar a mi familia y  vengan a por mí. Si tienen cojones. Ganaré siempre. Siempre. Porque me dejará con ellos. O me llevará con vosotros. Contigo. Y esas son todas mis victorias.